martes, 14 de mayo de 2013

TRIBUTO A CASTLEVANIA








Ahora medito en la oscuridad del monasterio —Curioso lugar para un engendro como yo, pero mi humanidad sigue estando latente aunque se va esfumando por momentos—. Era un caballero de la luz. Un guerrero glorioso que luchaba a favor del Dios verdadero.
Me embarque en una cruzada para erradicar el mal de la tierra y darle la vida de nuevo a mi amada Marie.
Busqué la máscara de luz entre las inhóspitas tierras del norte de Europa.  Vagué por lugares impíos donde la niebla y la oscuridad crecían por doquier. Miles de monstruos y bestias salían a mi encuentro en los valles sinuosos… Acabando con cada criatura, el odio crecía en mí.
Cada camino, cada lugar que recorría me llevaba a la perdición de mi alma. Mi espíritu se corrompía mientras la sangre caía irremediablemente a mis pies. Era el cazador de demonios, vampiros y licántropos que esperaban acechantes, entre las ruinas de los castillos colindantes.
Mi misión era destruir a los señores de las sombras y que la luz de Dios, volviera a alumbrar el mundo de los vivos para expiar los pecados de los indignos. ¡Qué iluso! Pues fueron los mismos hermanos de mi orden los que cometieron dicha traición. La venganza se adueño de mi alma, el perjurio será condenado a través del frio acero de mi látigo, acabando con las míseras vidas que insultaron el poder de Dios.
Yo estaba llamado a ser la mano destructora que con la ayuda del Señor exterminaría las malas hierbas del mundo. Pero fui engañado. Pues soy la misma bestia que me mandaron destruir. Ahora camino entre las sombras, devorando la sangre de los incautos, esperando la venida de aquel mal que destruí; Zobek me engaño con sus artes mágicas y camine entre sus designios hasta corromper la bondad que había en mi ser. Yo fui el asesino de mi esposa. Yo levanté el hacha que corto su dulce rostro, perdí la razón de mi vida y sus caricias me serán recordadas entre las pesadillas que anidan en mis sueños.
No tengo perdón de Dios por eso ahora camino en la oscuridad… Yo soy el príncipe de las tinieblas ¡Eu sunt Dracul!

Escrito por Matías Krasner.

sábado, 27 de abril de 2013



Oigo el sonido del tambor, que retumba en mi corazón.
fluye mi espíritu guerrero cuando vuela al exterior
¡Grita mi alma!, convirtiéndose en águila real
sobrevolando los nueve mundos, encontrando la libertad.
De repente, mi alma cae del cielo, con energía renovada
entra en mi cuerpo y recibe el abrazo de la madre tierra.
 El galopar de los caballos trotando por la espesura, siguiendo
 al líder de ocho patas.
Sleipnir me transporta a mundos desconocidos, encontrando nuevos
caminos para recorrer en la oscuridad.
Sigue el jaguar negro rugiendo, la canción mística de mis ancestros,
mientras mi mano izquierda golpea, el tambor de los secretos.
El fuego arde en la hoguera, la luna llena resplandece en el cielo y
los arboles susurran las leyendas olvidadas, por los albores del tiempo.
El tercer ojo despierta, viendo las runas de poder reflejadas en mi mente,
rojas como la sangre, recorriendo los pasajes de mi vida…
El saber de la conciencia, la magia que se trasmuta a través de las alas del cuervo
volando sin rumbo fijo, fluyendo hasta el mas allá de la cordura.
Retumba el cuerpo del vitki, gruñe el alma del tambor, haciéndome saber las nuevas
que trae en su interior.
Ojos amarillos en la oscuridad, observa los pasos del guerrero, llevándole a nuevos comienzos de larga prosperidad…
Escaldos y bardos, videntes y chamanes, guerreros ancestrales… Escuchad como ruge la voz del jaguar negro.


Escrito por Matías Krasner

domingo, 24 de marzo de 2013

Profecias de una Seidh



Impala. Nacida del eclipse lunar, hija de las nueve madres ocultas en el inconsciente de la humanidad. Hechicera de los hombres, consejera de los guerreros más bravos que hubo en el clan.
Espíritu dotado de magia ancestral, imágenes, sueños reveladores que transporta por los mundos paralelos. Dejando que el velo místico se abra y se cierre a su antojo, mientras el poder de su animal vuela por los cielos dorados de su conciencia.  
Sabedora de la verdad suprema. Sus ojos de gato observan los pasos del tiempo, mientras medita en soledad buscando los signos de prosperidad. Belleza sin igual en las artes paganas.
Ciclos del mundo actual que se sublevan entre los fuegos fatuos, que arden en la hoguera del bosque primordial; acunado por el susurro del viento que mece los tejos durmientes. Hablándole de las nuevas que acontecen, mientras el tambor resuena y los dioses le guían en su camino, entretejiendo las leyendas que quedaran contadas por los bardos venideros.
Entona la canción de los lobos, mientras que su bastón replica y murmura las palabras mágicas para separar las puertas de lo prohibido. Las espirales de fuego se abren y con ella el mundo vibra y la energía emerge al exterior. Convirtiéndose en un halcón. Volando hacia el infinito y conocer otros lugares vedados para el hombre. Que dormidos sueñan, esperando que el invierno toque a su fin.
Para renacer entre las semillas de la tierra, despertando a Ostara.Y les caliente la sangre con sus dulces besos y el brillo de sus cabellos, comparados con el sol.
Impala baila entre sueños, grita y se estremece en derredor. Las serpientes de la sabiduría la envuelven dándole el sentido a la vida y la luna se alza en el cielo. Roja como la sangre carmesí que brota de sus muslos. La sierpe muerde, el fuego arde y se alza enroscándola entre sus llamas. El signo de la espada, el poder de la espada. Murmullos, jadeos, silencio…

Escrito por Matías Krasner.

martes, 24 de abril de 2012

Ya esta a la venta el libro de La dama de fuego, los que quieran un ejemplar que se pongan en contacto conmigo en comentarios. Son 10 euros y estará firmado por su autor.

viernes, 13 de abril de 2012

Dama de fuego poesias y relatos



Crecí en un mar de palabras, sentimientos que invaden mi ser. En un mundo que rige mi esperanza.
Sí, lector, te pongo en contacto con mi otro yo, el yo verdadero, el que sufre y se limita a sufrir en silencio, para explicar todo lo que no he podido explicar en mucho tiempo por miedo a represalias.
El canto del lobo me obsesiona hasta caer rendido. Odiado por mis semejantes, apartado de mí ser ancestral.
Sigo girando en un mundo de desconciertos, como la tierra misma que gira alrededor de ella, para cambiar con los años.
Mi niñez discurrió debajo de un árbol, leyendo libros, absorbiendo palabras, sentimientos, sueños y fantasías que recorren mi alma, para llevarlas a un mundo desconocido para otros.
He sido vikingo, vampiro, hombre lobo y un asesino en masa descuartizando a sus víctimas y tirándolas por los sitios más inmundos de Nueva York.
Me hice a mí mismo, con ayuda de los más prestigiosos escritores. Hombres sabios que honraban la fluidez de palabra, el sentido de la coherencia permitida en los tiempos que corren, pero a la vez envuelta en un halo de oscuridad eterna.
Ese soy yo, el brillante aspirante a escritor, el que lucha en un mundo donde todo ya está escrito, para intentar renovar ideas perdidas en el tiempo. Ser mejor que mis antepasados, si el lector me lo permite y ve en mí una nueva puerta para sumirse en sus sueños más ocultos.
Sí, queridos míos, os llamo a vosotros, seres de este planeta que en vez de pasaros los días con los amigos, la familia o en una cantina tomando unos vinos, preferís sentaros a solas en vuestra casa y releer un libro.
Cuando era pequeño, me hice una pregunta que pienso que la mayoría de la gente se hizo: ¿Por qué los libros están hechos con hojas de árboles y no con otro material?
Pues bien, mi respuesta es simple y a la vez reveladora: los árboles son las almas de nuestros ancestros, la voz viva de sus ilusiones y las vidas pasadas que moran ahora en nuestros bosques.
Un trozo de vida pasa de libro en libro. Por ejemplo, un niño jugando con una pelota o un hombre y una mujer jugando al juego amatorio; un animal pastando o cazando a sus presas en la llanura perdida en algún país lejano o cercano.
Esas raíces, vivencias, sueños, carencias. Absolutamente todo está plasmado en un libro. Sacado de la corteza de un árbol, listo para que sea impreso con palabras, y que a su vez es releído por millones de personas.
Se puede decir que el ciclo de la vida es como un libro, nosotros moriremos algún día, nos convertiremos en energía y a su vez esa energía será otra vez devuelta a la tierra para fundirnos con la naturaleza.
Pero los libros son y serán inmortales. Porque en sus hojas hay presencias de otras vidas, almas que moran en la tapa y al seguir leyendo nos topamos con recuerdos, emociones, tristezas, aventuras, amores, desamores.
Querido amigo y futuro seguidor que ahora te paras un segundo para leer este libro de relatos y poemas, que a lo mejor no tiene ni pies ni cabeza, pero que te ha enganchado tanto que quieres terminarlo de leer.
A ti te digo gracias, porque sin ti estas líneas no tendrían valor... 

Próximamente a la venta..