Oigo el sonido del tambor, que retumba en mi corazón.
fluye mi espíritu guerrero cuando vuela al exterior
¡Grita mi alma!, convirtiéndose en águila real
sobrevolando los
nueve mundos, encontrando la libertad.
De repente, mi alma
cae del cielo, con energía renovada
entra en mi cuerpo y recibe el abrazo de la madre tierra.
El galopar de los caballos
trotando por la espesura, siguiendo
al líder de ocho
patas.
Sleipnir me transporta a mundos desconocidos, encontrando
nuevos
caminos para recorrer en la oscuridad.
Sigue el jaguar negro rugiendo, la canción mística de mis
ancestros,
mientras mi mano
izquierda golpea, el tambor de los secretos.
El fuego arde en la hoguera, la luna llena resplandece en el
cielo y
los arboles susurran las leyendas olvidadas, por los albores
del tiempo.
El tercer ojo despierta, viendo las runas de poder
reflejadas en mi mente,
rojas como la sangre, recorriendo los pasajes de mi vida…
El saber de la conciencia, la magia que se trasmuta a través
de las alas del cuervo
volando sin rumbo fijo, fluyendo hasta el mas allá de la
cordura.
Retumba el cuerpo del vitki, gruñe el alma del tambor, haciéndome
saber las nuevas
que trae en su interior.
Ojos amarillos en la oscuridad, observa los pasos del guerrero,
llevándole a nuevos comienzos de larga prosperidad…
Escaldos y bardos, videntes y chamanes, guerreros
ancestrales… Escuchad como ruge la voz del jaguar negro.
Escrito por Matías Krasner
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